Tórtola (Streptopelia turtur)
Pieza predilecta de la media veda, esta especia de invernada africana, es más pequeña y grácil que las palomas. De cerca, dorso pardo rojizo con centros negros e las plumas, el pecho rosado y los parches píos del cuello, configuran un disfraz inconfundible. La tórtola busca zonas de altitud medio o baja. Podemos encontrarla en sotos, bosquetes, terrenos abiertos de cultivos, encinares...
El periodo de reproducción de la tórtola se inicia en mayo pudiéndose prolongar hasta el mes de agosto. Construye el nido en árboles o arbustos, el nido es una plataforma liviana y forrada en su interior con algunas hierbas.
Codorniz (Coturnix coturnix)
Esta diminuta gallinácea migradora, reacia a levantarse, se manifiesta en la primavera con el canto trisílabo del macho -papallás-, que resuena por doquier en siembras, regadíos y pastizales de montaña. En la media veda, se diferencia inmediatamente de los pollos de perdiz, tanto la común como la pardilla, por carecer de marcas rojizas en la cola y tener listas blancuzcas en la cabeza.
Paloma torcaz (Columba palambus)
Distinguible en todo momento de las demás palomas por las marcas blancas de las alas. Bastante corpulenta y colilarga si la comparamos con los otros miembros de la familia, arranca y aterriza con revoloteo muy ruidoso. Sobre la pluma gris azulada y rosa vino del pecho, destacan las dos manchas blancas del lateral del cuello, enmarcadas en un aureola verdeazulina iridiscente. A lo largo de todo el verano se puede observar el vuelo de celo de la paloma torcaz: el palomo despega de la copa de un árbol, remonta el vuelo y a continuación se deja caer en un brusco planeo.